De las múltiples leyendas y tradiciones indígenas debemos tratar de entresacar la realidad histórica que solo permiten entrever los mitos.
Las tradiciones orales, luego puestas por escrito, ya sea en códices prehispánicos, o transcritas en alfabeto latino tras los inicios de la colonización, son en realidad visiones míticas que tratan de legitimar realidades políticas impuestas por gobernantes que se hicieron con el control del Anahuac o de parte del mismo.
Entre estas tradiciones, cabe destacar una que hace referencia a los orígenes de los mexicas, y que está íntimamente vinculada a la peregrinación y final asentamiento en la ciudad de Tenochtitlan.
Hablamos del mito de Malinalxochi, gran hechicera, hermana de Huitzilopochtli, el gran dios azteca. Según el mito, a ella se debe el nombre de un importante asiento azteca, Malinalco, lugar de culto solar y de formación de los más importantes guerreros mexicas, los caballeros águila y los caballeros jaguar.
Divinidad azteca
Cuenta la leyenda que en el camino por el centro de México, los aztecas empezaban a cansarse de la maldad de Malinalxochitl, hermana de su dios. Entonces, el propio Huitzilopochtli les sugirió que la abandonaran mientras dormía, dejándola a ella con sus señores, para que nunca más pudiera seguirlos. Así lo hicieron los mexica, y continuaron su camino hasta llegar a Tula. Y así, al día siguiente, cuando ya los mexica habían partido:
'La hechicera hermana de su dios cuando amaneció, y vio la burla que le habían hecho comenzó a lamentar y quejarse a su hermano Huitzilopochtli, y al fin no sabiendo a qué parte había encaminado su real, determinó quedarse por allí, y pobló un pueblo que se dice Malinalco, pusiéronle este nombre porque le pobló esta hechicera que se decía Malinalxochi, y de este nombre y de esta partícula componen Malinalco, que quiere decir 'Lugar de Malinalxochi'. Y así, a la gente de este pueblo han tenido y tienen por grandes hechiceros como hijos de tal madre.'
La tradición continúa diciendo que un jefe de Malinalco, descendiente de esta mujer, de nombre Copil, se enfrentaría más adelante con los aztecas. Derrotado, murió en la batalla, y se decía que de su corazón brotaría el nopal donde un águila devoraba una serpiente, señal dada por Huitzilopochtli a los aztecas para indicarles dónde deberían establecerse. En ese lugar, ya en la ciudad de Tenochtitlan, se levantó el templo Mayor de Huitzilopochtli.